La imaginación nos abre nuevos mundos

La imaginación nos abre nuevos mundos
Escuela Primaria Salvador Varela Reséndiz
Turno Vespertino
Clave 14DPR0313A
Pihuamo, Jalisco

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Historia de una Lata


Esta es mi historia. A lo mejor te parece poco divertida o no te llama la atención, pero te aseguro que las aventuras que aquí cuento son verdaderas, y en cada una de ellas aprendí alguna cosa interesante.

Pienso que tu vida es muy diferente a la mía, porque claro, tú eres una persona, eres un niño o una niña , tienes más o menos años, vas a la escuela o al colegio, tienes unos papás o unos abuelos o alguien que cuida de ti, tienes un sitio donde dormir y una mesa donde dibujas y haces los deberes.

Tienes un nombre, celebras tu cumpleaños una vez al año, juegas todos los días un rato, tienes amigos, personas que te quieren. También tienes una cara que es diferente a cualquier otra cara, comes todos los días aunque unas comidas te gusten más que otras… En tu clase te echan de menos si
faltas y seguro que por las noches sueñas.

En cambio yo soy una simple lata de hojalata.

Cuando me fabricaron no sabía muy bien qué iban a hacer conmigo hasta que llegó el día en que me echaron dentro algo desconocido para mí, algo de color rojo, y me pusieron un nombre : TOMATE.
No sabes lo contenta que me puse, ¡por fin tenía nombre! Era una lata de tomate, y aquí empezaron mis aventuras.

Me llevaron a un lugar enorme que se llamaba supermercado y allí me di cuenta de que no era tan especial: había un montón de latas iguales que yo y con el mismo nombre. Entonces me puse muy triste.

Pero un buen día, una mano me cogió, me puso en un carro de metal y me metió en una bolsa. Yo estaba un poco asustada porque ya me había acostumbrado a estar en aquel lugar, hasta que me encontré en un sitio que jamás había visto, al que llamaban cocina. Entonces perdí el miedo porque era un lugar muy acogedor.

Solo habían pasado dos días cuando alguien me abrió por arriba y vació lo que llevaba dentro en una sartén.

Sentí algo muy extraño, porque me habían quitado mucho peso, y entonces ocurrió algo espantoso: me tiraron a un cubo de la basura como si no sirviera para nada.

Lloré durante horas y horas, sintiendo que mi vida se había terminado, ya que no tenía nada que hacer en este mundo, pero qué equivocada estaba. 

Mis aventuras acababan de empezar.

No sé cómo, unos gatos callejeros me cogieron y se pusieron a jugar conmigo como si fuera una pelota. Me divertí muchísimo, pero acabé un poco mareada de tanto jaleo; sin embargo, descubrí algo que no sabía: yo podía hacer sonidos. Cada vez que los gatos me arrastraban por el suelo, oía un sonido que salía de mi: “ cloc, cloc, cloc, catacloc”…Y además un nuevo nombre: PELOTA.

<< Qué curioso –pensé-, no sabía esto de mí, ¡cómo me gusta sonar!

Así que yo era una lata sonora, no era una lata cualquiera. Y me dormí en un rincón de la calle, soñando con el supermercado, la cocina, el cubo de la basura…>>

Me desperté sobresaltada al sentir que una mano me cogía. Era un hombre algo sucio y mal vestido que me utilizó para pedir limosna. Él me puso un nuevo nombre: BOTE, que me hizo mucha ilusión.

En el suelo, delante de él , recibía con alegría las monedas que la gente le daba y me gustaba oír cómo sonaban al caer: “clan, clan, clan” clan,”…

Me sentía muy orgullosa cuando me decía: - Hoy hemos sacado para la comida, amiga mía. Y me guardaba en el bolsillo de su viejo abrigo.

Pero un día me dejó en la calle , sola y me sentí otra vez triste. nunca supe por qué lo hizo.

Cuando más desesperada estaba, otra mano, esta vez mas pequeña y suave, me cogió y me llevó a su casa. Allí volví a sentir con ilusión que era algo importante para aquel niño, que se llamaba Asier.

Asier me llenó de tierra y dentro plantó un garbanzo. Comenzó a llamarme MACETA, otro nombre nuevo, y sentí mucha alegría, porque me decía que en mi interior estaba naciendo algo. Cuando comenzaron a salir raíces me hacían cosquillas y yo no paraba de reír. Era muy feliz en aquella casa y con aquel nuevo nombre.

Al cabo de algún tiempo comenzó a salir un pequeño tallo, y todos a mi alrededor lo celebraron. Yo me sentí muy importante y deseé seguir siendo una maceta para siempre. Pero no podía imaginar lo que sucedería después.

La planta creció y creció, y un buen día, Asier sacó la planta y la puso en otra maceta más grande. Yo me quedé otra vez triste porque ya me había acostumbrado a ser maceta.

Pero su hermana, Alba, me cogió, me lavó y me pegó un hermoso papel de flores todo alrededor. ¿ Por qué me ponía tan bonita? Nunca me había visto vestida de flores y lo encontré muy divertido.

Y Alba me dio un nuevo nombre: CUBILETE, y metió dentro sus pinturas. me gustaba ver pintar a Alba mientras cantaba en voz baja. Cantaba muy bien y me hacía sentir ilusionada con aquel nuevo nombre. Alba, le decía sin que me oyera, estoy muy contenta contigo, nunca me abandones, por favor….

Pero cuando llegó su cumpleaños alguien le regaló un cubilete decorado con personajes de sus dibujos animados preferidos, y entonces Alba, sin darse cuenta de lo que yo sentía, me tiró al cubo de la basura.

Otra vez me sentía triste y sola. Sin embargo, ya había aprendido a esperar sorpresas, y me quedaba la esperanza de volver a ser importante para alguien.

La madre de Alba, al verme allí tirada, le dijo a su hija:

- Alba, esta lata puede servir para fabricar cosas nuevas, por favor échala al contenedor amarillo, ya sabes lo importante que es reciclar.

Yo no conocía aquella palabra, pero Alba la había aprendido en la escuela, de modo que hizo lo que su madre le dijo y me encontré dentro de un enorme arcón amarillo, que no se parecía en nada al primer cubo de la basura donde aterricé al principio.

Pasó un tiempo y yo seguía allí llena de ilusión por conocer cuál sería mi nuevo nombre, mi nuevo destino, mi nuevo hogar.

Hasta que un día me llevaron a una fábrica parecida al lugar donde nací, y allí no sé lo que pasó porque me quedé dormida.

Al despertar, no reconocía mi nueva forma, no me sentía cómoda en aquel nuevo traje, hasta que un señor dijo, mirándome:

-¡ Oh! ¡Qué tren de hojalata tan bonito! Así eran los juguetes con los que yo jugaba... ¿Cuánto cuesta?

A aquel señor el precio le pareció adecuado y comenzaron a envolverme en un precioso papel.

El nuevo nombre de TREN me gustó muchísimo, y así empezó una nueva vida para mí, llena de nuevas aventuras que otro día te contaré.

ACTIVIDADES

¿Cuál es la idea principal del texto?
¿Qué siente la lata cuando se encuentra con muchas otras latas iguales a ella?.
¿Te imaginas cómo se siente la lata cuando la tiran a la basura?
Cuando los gatos la utilizan como pelota descubre algo de ella que no sabía. ¿Lo recuerdas?
¿Cómo se sentía la lata cuando servía para recoger monedas?
La lata tiene mucha ilusión por tener nombre, por servir para cosas distintas. ¿En qué momento crees que se siente mejor?
¿Cómo crees qué continua y en qué termina la historia?

¿Para que leer?

Porque la lectura debe ser un gusto y no una obligación...




A través de las actividades siguientes los invitamos a abordar la lectura de una manera diferente, una manera donde el significado que un escrito tiene para el lector no sea una traducción o réplica del significado que el autor quiso imprimirle, sino una construcción entre los conocimientos previos del lector que lo aborda y los objetivos con que se enfrenta.

Todo esto nos permitirá crear mundos nuevos y maravillosos que ampliarán nuestros conocimientos y nos mostrarán una realidad diferente a la que podemos percibir a simple vista.

lunes, 28 de septiembre de 2015

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Una mañana, el pequeño Pedrito salió a pescar a un río cercano, a pesar de que su padre se lo tenía prohibido.

En aquella época del año el río venía muy crecido y la corriente era muy peligrosa.

Pedrito echó al agua su pequeña embarcación y se adentró poco a poco en la corriente. Al instante notó que la frágil barca nada podía hacer contra las aguas.
-¡Socorro! ¡Socorro! -gritaba asustado-.

Desde la orilla le echaron una cuerda que ató al barquito y de esa forma se pudo salvar. Su padre lo castigó por su desobediencia.


Basado en las siguientes preguntas escribe tu opinión sobre el texto que leíste:

¿Cuál sería el título más adecuado para esta lectura?
¿Cuál es la idea principal del texto?
¿A qué salió Pedrito una mañana?
¿Por qué era peligrosa la corriente del río?
¿En qué estaciones del año se pudo producir la escena de la lectura?
¿Por qué la barca de Pedrito era frágil?

¿Se mereció Pedrito que su padre lo castigase? ¿Por qué?